El Gravat
El Nou Gravat
Uri Sala, que iba por luthier y ha acabado siendo chef, parece que tomó la decisión un día que tenía hambre. Militante de la gastronomía honesta, admira el gusto amargo y si fuera su último día en la tierra comería endibias al roquefort.
Carles Palacio
Uri ha estado en fogones de todo el mundo y ha cocinado para todos los gustos. Tiene en un pedestal a Paco Guzmán, Xavi Codina y Ferran Adrià, de quien ha aprendido buena parte de lo que aplica a la cocina de El Gravat.
En El Gravat no hace primeros y segundos, hacen platos riquísimos que puedes pedir por el orden que quieras. Estas normas son válidas para todos, excepto unos pocos clientes ilustres –para ellos, la anarquía–. Porque Uri hace siempre lo que le viene en gana y le pone la adrenalina de dirigir cada día un espectáculo gastronómico que nunca se repite igual.
Con la celebración del noveno aniversario de El Gravat diseñamos la nueva identidad de la marca. Desde el logotipo, la papelería, la gráfica, el discurso y la señalización exterior hasta el diseño de la web corporativa. Se mantiene un rasgo clave y característico que solo El Gravat puede lucir, el rojo.
Carles Palacio
Ya hace nueve años que hay un ambiente de bar que solo se consigue con años y gente de buenas vibraciones y buen rollo. El pequeño jardín de la ventana de la cocina, la foto de Gravat Costa, pan con chocolate, aceite y sal, una silla de cada de madera, dinosaurios y muñequitos de plástico, exposiciones, pequeños conciertos, luz amable… El Gravat no es un bar, es mucho más que eso.